Cuaderno de Corso
Aqui está la primera. Una serie de entradas que tengo intención de agrupar en Cuaderno de Corso. "Vitácora" de comentarios referidos a materiales, técnicas, experiencia propia en trabajos, proyectos, recursos,productos,...todo referido al mundo de la miniatura, juegos de tablero y wargames.
Reflexion de Corso.
Por mi mesa andan rodando varias libretas donde suelo tomar notas, trazos de ideas, apuntes de pintura, reflexiones....adaptándonos a los nuevos tiempos,es tiempo de dejar constancia aqui, en esta ventana al mundo que es la red.
¿Y por qué hacer esto? Pues muy sencillo: partiendo de la experiencia propia, reflexiono y veo que no existe una escuela donde los pintores de miniaturas puedan formarse...existe la posibilidad de acercarse a franquicias (como GW) o tiendas particulares donde podran iniciarte en el mundillo (unas con mejor intencion que otras).
Y no me presento aqui como maestro ni mucho menos sino que sencillamente expongo lo que yo hago, con resultados que podran gustar o no, susceptibles a críticas, por supuesto y como no, totalmente rectificables en base a una lógica. No quiero convencer a nadie de nada. Pero si aportar desde mi mesa de pintura, ayudar, compartir esta gratificante afición que me va llenando poco a poco las estanterias, agudiza el intelecto, me suma más gente y experiencias positivas.
Y no me presento aqui como maestro ni mucho menos sino que sencillamente expongo lo que yo hago, con resultados que podran gustar o no, susceptibles a críticas, por supuesto y como no, totalmente rectificables en base a una lógica. No quiero convencer a nadie de nada. Pero si aportar desde mi mesa de pintura, ayudar, compartir esta gratificante afición que me va llenando poco a poco las estanterias, agudiza el intelecto, me suma más gente y experiencias positivas.
En mi opinión, esto, es un trabajo artesanal, las manos y la habilidad dejan correr la tinta en las figuras de una manera personal, única en cada individuo, independiente de la calidad del trabajo que, a criterios dispares, puede variar en demasía para bien o para mal. Pero para mi, la evidencia es que un ejército pintado por uno mismo o un buen diorama simpre tendrá esa esencia artesanal que, si llega a industrializarse, dan como resultado `soldados de fascículo´,impersonales, vacios, en serie, sin el fallo personal o con ojos de `simpson´, respetando eso si, las manos que dicen haberlas pintado. Nada en este sentido, puede compararse al momento de poder sentir como vas creando: dar vida e historia a pedazos de plomo y plástico, sacar a la luz tu creatividad y plasmarla.
Y tendremos en cuenta que cada persona es un mundo. No todo el mundo que siente curiosidad por "las figuritas" termina calado o envenenado. Y el que "se pica" con "las figuritas" lo hace por diferentes motivos o la suma de varios: el coleccionista (característica infalible), el jugón, el pintor, el casual, el nostálgico de batallas o hazañas...todo un catálogo de personajes de todo tipo de edades, lugares, credos,...no existe un patrón de persona tipo como no lo existe en el mundo de la pesca. No es una afición mejor ni peor que otra. Es una afición más, con un arco de limtaciones determinado por gustos, conocimientos, ganas y presupuestos (que esto último no nos asuste: existe un amplio mercado donde los precios/calidades oscilan).
También puedes tenerlo simplemente, como un hobby.
...y la esencia pura, el oficio, la determinación que te empuje a dedicarte profesionalmente a esto va dentro de uno, unido a la constacia, un afán de superación y capacidad de autogestión en todos los sentidos. Para ello, has de entrar en mundo de disciplinas, buenos hábitos y costumbres a la hora de manipular nuestro entorno de trabajo, ser paciente, abierto y "espongífero", absorbiendo de cada detalle que podamos ver en otros, apreciar trabajos ajenos y saber encajar las críticas al propio, aprender de todos y de todo.
Por eso antes de nada deberemos saber cuál es nuestro punto de partida. -¿Por qué quiero pintar figuras?-. Mi autoanálisis me lleva a pensar en el germen de mi afán por estos pequeños de plomo.
Máquina del tiempo. Vamos hacia atrás.La primera imágen que se me viene a la cabeza es la infancia,con los "Sobres de soldados" de plástico, que por entonces costaban 5 pesetas (que lejano suena): botes de detergente "Colon" atiborrados de soldaditos...casi todos los domingos comprabamos uno, dos sobres (más, rara vez)y las horas, se nos iban haciendo formaciones, enfrentando filas , guiados por un instinto de incipietes generales de mosquete, determinábamos el ganador por el número de efectivos, sin cruzar una mísera bala.
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Los años pasan, entre eternos trueques de cómics, aventuras de papel, dos canales en el televisor, héroes y villanos, bolsas de indios y vaqueros, la calle,maquetas de aviones, tanques, coches y motos (¡dónde andarán!), las pandillas donde un bando emboscaba al otro y palos y cartones nos vestían de gala para disfrutar del "noble arte de la guerra". Pasan los años y la curiosidad por la historia de esos soldados te lleva a la estantería donde el abuelo tiene sus libros y descubrías como esos soldaditos de plástico también tenían su historia, real y contada por quien la escribió...y que de una manera lenta, por goteo, más intensa con el paso del tiempo y la suma de acontecimientos absorventes te dejabas cautivar por las historias aprendiendo de la historia. ("Cuentos Asombrosos" de Steven Spielberg nos enseñaba en su cabecera que el hombre se fascina con la historias desde que es hombre). Don Angel, profesor de Historia en esos años escolares, me confirma que estudiar, analizar hechos, contrastar datos y opiniones, me permitía realizar análisis en interpretaciones propias de los acontecimientos....aprender de hechos pasados y cotejarlos con los días que te tocan vivir.
Años más tarde, Tolkien, los juegos de Rol...las primeras "minis"...no podía creer lo que veía...que fascinación por un trozo de plomo...la reproducción palpable, el sacar del papel todo aquello que nos fascinaba y poder manipularlo a tu antojo...descubrías casi con veneración que todo podía tomar forma. En el club de rol, admirabas trabajos que a día de hoy ya solo admiras con mucho cariño, pues no veías grandes gamas de colores o técnicas, degradados, vitrificados....no señor: color carne, marrón en pantalones, verde en chaqueta y metal para la espada...¡marchando una de Hobbit! (El club de rol se llamaba "La Casa del Hobbit" y como no, nos hicimos con minis de importación de Hobbits)...pero que figura, Señor mio. Era genial.
Vendrían juegos como el Battletech, Blood Bowl, Space Hulk que dotaron nuestros estantes de cierto peso... sumamos tres inprescindibles mas a la lista: D&D, Hero Quest, Cruzada Estelar y Battle Masters (seguro que me dejo otros cuantos más)....todo hervía a fuego lento y el caldo de cultivo estaba servido.
¿Y tú? ¿Eres aficionado? o quizás quieras serlo...y si eres profesional, espero seguir aprendidendo de ti.
