12 de marzo de 2012

La honrosa rendicion de Barbanegra, 1815


El cuadro que aqui vemos, tiene por título La rendición de Hunguine, del pintor, soldado y ministro de guerra en Francia, Edouard Detaille y esta respaldado por una de las anecdotas militares que mas me cautiva. Puede ser por la entereza de este General Francés, General Barbanegra y lo que le aconteció en la defensa de esta plaza o por la pericia de nuestro pintor al tratar de captar el momento álgido de la historia de esta rendicion, lo que convierte a esta pintura una de mis favoritas.

El general Joseph Barbanegre y su escudo de armas.

El contexto histórico en el que nos movemos serán los últimos días de la Campaña de los 100 días, donde el Capitan General Barón Joseph Barbanegre (1772-1830) es nombrado Subinspector General de Infanteria. El 25 de Marzo de 1815  recibe el mando de la ciudad de Orleans y el 3 de mayo de ese mismo año, establece la plaza fuerte de Huguine, en la región de Alsacia, Francia ante la amenaza del ejercito Austriaco que finalmente pisa suelo galo tras la derrota de Napoleón y su abdicación. El comienzo de una larga contienda que se convertirá en el sitio de Huguine.

20.000 Austriacos rodeaban  la plaza con la intención de enfrentarse al ejercito frances, que opuso una ferrea resistencia desdes el 28 de julio hasta el 20 de Agosto de 1815. Ese dia, Barbanegra cubrirá de gloria su expediente militar con una de las rendiciones mas honrosas que jamas se halla conocido en la historia del ejercito Francés.

Es el 20 de agosto. Napoleón había abdicado hace ya mas de dos meses y como podemos ver, Barbanegra, se niega a reconocer el armisticio. Pero este día y con honores de guerra, ofrecerá la capitulación a condición de que sus hombres puedan unirse al ejercito del Loira. La lucha y la resistencia ya no tienen sentido. El Archiduqe Juan, con sus 20.000 hombres y accediendo a la petición del oficial Frances, espera a las puertas de la ciudad la salida de los Franceses, imaginando un gran número de hombres. Cual será su sorpresa al ver como unos 500 hombres, mal pertrechados, hambrientos,...salen en perfecta formación, marchando bajo la orden del tambor y la estela del estandarte, desfilando entre la formación del blanco ejercito Austriaco, con toda la dignidad de un soldado que sabe que su deber esta cumplido. El archiduqe, atónito,esperando la salida del grueso total del ejercito, se acerca al General Barbanegra con una pregunta: "¿Donde esta su ejército?". La respuesta es la instantanea de este cuadro: "Eh voilá!" (¡Estos son!) mostrando orgulloso a sus 500 hombres. Entre las vendas que cubren sus heridas, su cabeza también recuerda a los caídos en esa noble hazaña. Tenian la orden de resistir y de una manera casi tozuda, por hacer algún reproche a la hazaña, ellos, si que estuvieron al pie del cañón (parafraseando el dicho). Apenas 500 hombres contra casi 20.000, sin dejar de mencionar el centenar de baterías de artillería pesada y morteros Austriacos.

Al final de la contienda, la ciudad estaba en ruinas.

Supongo que a Edouard Deatille, como militar y amante de la historia militar, (una historia no muy lejana de sus días) le cautivo la idea de poder plasmar esa instantánea, el orgullo de poder presentar a sus valientes hombres que en inferiodidad clara y abrumadora hicieron frente a una idea.Llo que nos da casi una fotografía. Nos sitúa como espectadores directos y con una magnifica, natural y precisa factura pictórica nos muestra este cuadro, donde solo falta oír los pasos de los soldados contra el camino de tierra, el pífano y el tambor y la ronca voz de un general orgulloso de sus hombres, contestando al perplejo Archiduque...Eh voilá!!.

Ángel G. Arteaga.

1 comentario:

  1. !Muy interesante lección de historia (y de Arte)! Gracias por compartir tus conocimientos.
    Pablo V.

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